lunes, 30 de mayo de 2011

Todos cojeamos


Jacob era un hombre con muchos defectos, pero siguó adelante con Dios y estaba decidido a recbir la bendición de Dios. A Dios le gusta esa clase de determinación. En Génesis 32:28, le dijo a Jacob que él (Jacob) había luchado contra Dios y los hombres, y que Dios sería glorificado en él. Dios siempre puede glorificarse a través de personas que no permiten que sus defectos personales le impidan que Él fluya a través de ellos..

Para que Dios pueda fluir a través de nosotros, debemos ante todo enfrentar el hecho de que tenemos defectos, y luego debemos decidir que no dejaremos que nos molesten. Nuestras fallas no detendrán el obrar de Dios a través de nosotros a menos que lo permitamos. Debemos aceptarnos totalmente, con defectos y todo porque Dios así lo hace.

Jacob luchó contra el ángel del Señor, que tocó el hueco de su muslo. Como consecuencia de ese encuentro, llevó una cojera por el resto de su vida (ver Génesis 32:24-32). ¡Jacob se fue de la pelea cojeando, pero se llevó su bendición consigo!

Dios nos bendecirá a todos nosotros aunque cojeemos, aunque no seamos perfectos. Recuerda, Dios mira nuestros corazones. Si tenemos fe en él y corazones que anhelan obedecerlo y glorificarlo, entonces Él obrará maravillas a través de nosotros, a pesar de nuestros defectos.

Ministerio Jóvenes Mensajeros 2011, con apoyo de artículo de Joyce Meyer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario