
Te invito a reflexionar lo siguiente en el día de hoy...
Caín no se relacionó bien con su hermano Abel. Sabemos que sus intereses y ocupaciones eran diferentes, porque Abel era pastor y Caín labraba el suelo. No sabemos cuáles eran sus otras diferencias, pero el resentimiento de Caín con respecto a Abel terminó en homicidio (Génesis 4:8).
¿Cómo respondes tú a esos que tienes cerca, que tienen personalidades, dones u ocupaciones diferentes de las tuyas? Pide a Dios que te ayude cuando te sientas tentado a resentirte con ellos.
El resentimiento hacia otros que tienen características que de pronto desearíamos para nuestras vidas puede llevarnos a cometer errores grandes y terribles como el que cometió Caín. La envidia "sana" no existe, el resentimiento "sano" tampoco existe, no dejes que lo que considera el mundo como normal llene tu vida, más bien siempre persigue el hacer lo que Dios considera bueno.
Ministerio Jóvenes Mensajeros 2011
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