Siempre estamos luchando, ya sea por una causa, por defendernos si nos sentimos atacados o por nuestras ideas. Pero para que seamos victoriosos y la lucha no sea en vano debemos identificar al verdadero enemigo.
Los hijos de Dios estamos llamados a amar, perdonar y dar la otra mejilla, y no es precisamente el prójimo nuestro adversario. Tenemos un reino que no es de este mundo, se nos ha prometido la Nueva Jerusalén para vivir por siempre, así es que no peleamos por territorios. El Señor nos dice que no temamos a los que matan al cuerpo y después no pueden hacer nada más, así es que no es una guerra física. Entonces ¿Contra quién luchamos?, la respuesta es contra Satanás y sus huestes; y ¿Por qué y para qué?, por las almas para Cristo. Por eso no nos confundamos, no pensemos que estamos en una guerra humana, somos soldados, pero de Cristo y nuestra espada es la palabra de Dios. No le quitemos importancia a la Palabra, el enemigo no la soporta y hay algo más, el nombre de Jesús lo vence todo, tiene poder sobre cualquier cosa o criatura.
No estamos solos, Cristo va delante nuestro y Él gana la batalla y también la guerra final; ya venció al Diablo en la cruz y lo volverá a vencer. El enemigo a veces puede ganar terreno si estamos dormidos o débiles, es capaz de causar daño, pero no puede poseer a un hijo de Dios, nadie le quita sus ovejas al Señor. Creámosle a Dios, en Cristo somos más que vencedores en cada momento que acudimos a Él.
Efesios 6:12Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.
El tiempo, en física, es la magnitud que nos ayuda a medir la duración o separación entre 2 o más eventos.La mayoría lo tomamos como aquél factor que nos indican los “cuandos”. Cuándo tenemos que estudiar, cuando podemos jugar, cuando haremos esto o lo otro. La humanidad lo ha clasificado en segundos, minutos, días, meses, años, etc. Así, podemos tener unmayor control del tiempo, y podemos también organizarlo de mejor forma para hacer lo que nos plazca.
Hoy en día todos tienen presente esta idea al hablar de tiempo, de algo cuantificable, algo que se puede medir, algo que podemos modelar con números. Sin embargo, en épocas y culturas anteriores, y en particular la griega, habían dos formas de referirse al tiempo, Kronos y Kairos.
Por Kronos se conocía al “ tiempo humano”. Es decir, al tiempo cuantificable, que se puede medir numéricamente. Es el tiempo del calendario, de las fechas y de las estaciones. De este vocablo deriva la palabra “Cronología”, lo que sugiere un “orden secuencial” de cosas en el tiempo
Por otro lado Kairos se refiere a un tiempo especial, un tiempo oportuno, un tiempo que a diferencia de Kronos, no se puede medir, no es un tiempo cuantitativo, sino cualitativo, que no se puede modelar numéricamente pero sí se puede describir de acuerdo a la apreciación de cada uno. Es un tiempo de oportunidades,de cosas que se presentan sin previa planificación, donde no se puede esperar y pensar.
En esta época todos esperamos tener el control del tiempo, por ende todos nos centramos en el tiempo Kronos. Incluso en nuestra vida cristiana, queremos que Dios haga cosas en nuestra vida, con nuestra familia, profesión, estudios y todo lo demás en el tiempo que nosotros estimamos correcto. Cuando oramos y pedimos cosas a Dios muchas veces imponemos hasta “fechas” y “condiciones” para loque anhelamos. A veces pensamos que Dios no nos escucha, ya que pasan los años y no hay respuesta de su parte, o que no nos da todo lo que pedimos, al respondernos fuera del tiempo que nosotros habíamos considerado prudente. La invitación es a reflexionar en esto,¿Quién sabe mejor que Dios cuándo es el tiempo preciso para que se haga algo? El nos conoce más que nosotros mismos, y por ende no cabe duda que lo que El considera correcto es mucho mejor de lo que nosotros consideramos correcto.A esto nos referimos cuando hablamos de “Su Voluntad”, a que él determine los “cuandos” y “comos” de todo. Oremos siempre pidiendo que se haga su Voluntad y no la nuestra, ya que nosotros fallamos de repente ;D.
No es que Dios no responda, o que se haya olvidado de nuestros sueños. Lo que pasa es que Dios no considera el Kronos, no es necesario, el humano ya lo ha medido y lo puede organizar. Diosse mueve en el tiempo que no está bajo control, en el tiempo inesperado, en el tiempo que sólo El puede dominar, y que por ende es oportuno. Dios actúa en el Kairos, en el tiempo perfecto, único e ideal. Todo lo que pedimos, y todo lo que Dios nos quiere dar, tiene un instante determinado en el cual lo recibiremos, pero ese instante nosotros no lo podemos determinar, no esta “fijo” y anclado en el tiempo cronológico.Si fuese así, se haría nuestra imperfecta voluntad, lo que nos puede llevar incluso a cosas muy malas. Por eso el instante determinado no se rige a lo cronológico, sino a la etapa oportuna, al Kairos de Dios.
Eclesiastés 3:1-8 dice que hay un tiempo para muchas cosas, no dice para “cuando”, pero sabemos que existe algún tiempo indicado. Ese tiempo es el Kairos, el tiempo de Dios.
La Biblia nos cuenta en Reyes y Crónicas muchas historias acerca de los reyes de Judá e Israel; descendencia, obras, guerras y batallas, etc. Una muy interesante es la del rey Acab, donde a pesar de ser el rey, su esposa Jezabel causó mucha más polémica.
Jezabel pertenecía a otro pueblo, venía de Sidón, un lugar que más adelante Jesús mismo comparó con Sodoma y Gomorra. No es necesario ser erudito entonces para concluir que Sidón, ciudad de comercio, riqueza y prosperidad, era también un centro de vicios e impiedad. Jezabel era una “princesa”, hija del rey de Sidón. Los “caminos de la vida” la llevaron a Jezreel, una cuidad mucho más rural y sencilla donde la gente se esforzaba para vivir al servicio de Jehová.
Ya siendo esposa de Acab, envenenó su mente para expandir la vida pagana de Sidón en Israel. Comenzó desplazando poco a poco el culto a Jehová, e instaurando el culto a Baal, un dios pagano. Eliminó a muchos profetas del Señor, y fue autora intelectual de muchos crímenes. Su arrogancia y sensualidad no tenían límites, y eran sus armas más potentes. Tal fue su inmoralidad hasta el punto que su nombre mismo se hizo sinónimo de perversión, idolatría y hechicería.
Fue Jehú el hombre que Jehová utilizó para terminar dicha perversión, tiempo después, cuando Jorán, hijo de Acab y Jezabel , era rey de Israel. Cuenta la historia (en 2 Reyes 9:30-37) que Jehú, luego de eliminar a Jorán, entró en Jezreel. Y Jezabel, se “arregló un poquito” para utilizar sus poderes seductores contra Jehú y tentarlo desde una ventana. Si la idea era eliminarla, Jehú siendo guerrero no debería haber tenido problemas en ir y acuchillarla, o decapitarla con su espada, o incluso atravesarla con una flecha, de haber tenido las herramientas necesarias. Pero entendía que al acercarse a ella podría sucumbir ante la seducción de Jezabel, y es por eso que gritó : “Quién está de mi parte!?” llamado al cual respondieron un par de eunucos que estaban allí, quiénes tomaron a Jezabel y la arrojaron de la ventana a la orden de Jehú, provocándole una estrepitosa muerte.
Los eunucos eran guardias especiales encargados de atender a las mujeres del rey. Y, para evitar que estos hombres "se metieran con las concubinas", el rey se “aseguraba” de que esto no ocurriese (castración!!!). He aquí la importancia de que hayan sido eunucos quienes arrojaron a Jezabel, y no Jehú mismo. Al ser eunucos, de alguna forma su cuerpo estaba blindado ante la tentación y seducción de Jezabel. Nadie que ha sido castrado se ve afectado por este tipo de cosas. Por lo mismo no tuvieron mayores problemas al acercarse a esta malvada mujer sin ser afectados y arrojarla de la ventana.Así se dio fin a la vida de esta mujer que tanto mal trajo al pueblo de Jehová, pero su nombre pasó a la historia con esa terrible connotación.
Miles de años después, en nuestro tiempo actual, el mundo también nos insta y seduce al “culto a Baal” y a dejar a Jehová. Se podría ver al Mundo como la Jezabel actual. Utiliza sus “hechicerías” y habilidades seductoras para que reemplacemos a Jehová con cualquier otra cosa, para que rindamos culto a lo que ella quiera, a los “Baal” y “dioses” actuales. En la televisión, en internet, nos tienta a través de la moda, grupos urbanos, , pornografía, música, y muchas cosas más. Lo inmoral lo hace ver natural y sano.¿Vas a compartir en tu vida el culto a Jehová y “Baal” como se hizo en los tiempos de Jezabel? ¿Te vas a dejar seducir por el mundo y caer como marioneta ante sus pies?
La seducción de Jezabel era tan potente que Jehú mismo tuvo que ayudarse de los eunucos, ya que él solo probablemente hubiese sucumbido. Usemos la inteligencia de Jehú y desarrollemos un espíritu eunuco que sea capaz de resistir la tentación del Mundo (por favor noten: Espíritu eunuco, no es la idea que después de leer esto partan a castrarse xD).
No toleremos el pecado, no nos acostumbremos al pecado, no le hagamos convivir junto con nuestra vida cristiana. Seamos luz en todo lugar, y pidamos siempre al Padre el desarrollo de un espíritu eunuco. Es de vital importancia, no desarrollarlo equivaldría a ir sin estrategia ni arma contra Jezabel, lo que sería derrota segura. El enemigo es astuto y sabe cómo atacar, no es prudente que le tomemos a la ligera.
La frustración se apoderará de nosotros si intentamos ir y apuñalar o decapitar a Jezabel, no resistiremos su seducción por mucho que luchemos. ¿Quieres dejar de lado la frustración y sentirte victorioso frente a tu pecado? Entonces desarrolla un espíritu inmune a la seducción del mundo, llénate de Dios y busca de El, no toleres el pecado y adopta un espíritu de eunuco. Toma a Jezabel, toma al mundo y arrójalo fuera del trono de tu vida.
Un destacado científico genetista; Dean Hammer, publicó hace algunos años un libro titulado “El Gen de Dios” en el cual daba a conocer el resultado de sus experimentos e investigaciones de los cuales concluía que las personas estaban genéticamente condicionadas a creer o no en Dios. En otras palabras, que la capacidad de creer en Dios se basa en algo meramente biológico. Ganó muchos titulares y sin duda estuvo en el foco de la noticia durante mucho tiempo, ya que él mismo años atrás afirmaba haber descubierto el “gen gay”, un gen que al expresarse en un individuo le llevaba a presentar conductas homosexuales.
De ser esto cierto entonces habría un campo nuevo para la medicina, con un montón de nuevos medicamentos a desarrollar para tratar estas nuevas emociones o “patologías” en las personas. Me imagino tomándome una pastilla para entrar en la presencia de Dios, o a otros tomando un jarabe para suprimir sus deseos homosexuales. Más allá de esto, entonces también podría en algún futuro encontrarse el gen de la violencia, o el gen de robo, el gen pedófilo o el gen racista, y de esta forma fundamentar todo trastorno en la genética biológica, lo cual sería un alivio para muchas de las personas que hoy en día presentan dicha “enfermedad” genética.
Durante mucho tiempo se ha tratado de simplificar “con el microscopio” muchas de las actitudes y conductas éticas/morales que presenta la humanidad. Sin embargo como cristianos, creemos que Dios nos dio la capacidad libre para elegir nuestros caminos y modelos, y que esto va más allá de la condición genética. Aún si resultara totalmente verdad la investigación de éste genetista, en base a nuestra creencia podemos elegir nuestro camino aún cuando nuestro cuerpo genéticamente diga otra cosa.
Lamentablemente para Dean Hammer, el director del proyecto Genoma Humano; Francis Collins ha llegado a conclusiones diferentes tras sus investigaciones. Si bien concuerda en la heredabilidad de ciertas conductas emocionales, éstas son variables y está convencido de que la voluntad y la influencia del entorno muchas veces afectan mucho más que la evidencia genética, descartando así la existencia de un gen gay, o de Dios. Destaco la frase que usó para ejemplificar esto: "A todos se nos han dado una serie de cartas, y estas cartas eventualmente serán reveladas. Cómo las jugamos, depende de nosotros."
¿Cómo vas a jugar tus cartas? Ese “depende de nosotros” se parece mucho a la opción que nos da Dios. ¿Dejaremos que nuestras conductas, buenas y malas se justifiquen por una herencia genética? ¿”Racionalizamos” el pecado a base de nuestra biología? Nosotros elegimos. Jesús ya nos dió un modelo para seguir. Un pasaje en Josué ejemplifica mi elección. “Pero si a ustedes les parece mal servir al SEÑOR, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al SEÑOR”. Josué 24:15¿Sabes ya como jugar tus cartas? Continuará...