
Jesús habló de su relación personal con el Padre, y los líderes religiosos de sus días lo persiguieron. Me asombra cuando encuentro ciertas personas que se oponen a escuchar que otros hablen de Dios de una manera personal o de sentirse revestidos de poder por Dios. Obviamente, Satanás odia una relación personal con Dios y el poder disponible en la vida de un creyente.
En ciertos círculos religiosos, si usted y yo fuéramos a hablar de Dios como si lo conociéramos, seríamos juzgados y criticados. Las personas preguntarían: "Quién se cree usted que es?". La religión quiere que imaginemos que Dios está muy lejos- en algún lugar allá arriba en el cielo- imposible de alcanzar, excepto por la "elite" de la iglesia. Y, además, quiere que creamos que solo puede ser alcanzado cumpliendo reglas y teniendo buena conducta.
Este "espíritu religioso" estaba vivo en la época de Jesús, y Él murió para ponerle fin y atraer a las personas a una relación personal consigo mismo, con el Padre y con el Espíritu Santo. El mismo espíritu religioso sigue atormentando hasta el día de hoy a la gente que no conoce la verdad.
La Ley fue dada para mostrar a las personas que necesitaban un Salvador. Tratamos de cumplirla hasta que nos damos cuenta de que no podemos hacerlo, y entonces, nos humillamos esperanzados, y pedimos a Dios que nos ayude, lo cual hizo en la persona de Jesucristo. Mientras camina con Dios, recuerde mantener su relación con Él en el centro y la "religión" bien lejos de usted.
Escrito por Joyce Meyer
Ministerio Jóvenes Mensajeros
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