martes, 27 de abril de 2010

Mira más allá de las apariencias


8 En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar sus rebaños.9 Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz, y se llenaron de temor.10 Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas *noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.11 Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es *Cristo el Señor.12 Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.» Lucas 2:8-12
La señal de que el Salvador había nacido no era algo de impacto, un rayo que cayera del cielo, o una voz que hablara como un trueno desde el cielo, sino simplemente un niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Una señal común, que a pesar de su naturalidad, era señal de grandeza. Es necesario adquirir la capacidad que tuvieron que desarrollar aquellos pastores, poder reconocer grandeza en los lugares más simples.
No podemos despreciar lo simple, porque en lo más simple hay señales y poder de Dios. Puede ser que te hayas preguntado, ¿por qué nadie puede ver la grandeza que hay en mi vida? Es necesario entender que la "Ley de la Siembra y la Cosecha" no es tan solo un principio financiero, sino que funciona en todas las áreas de nuestra vida.
Primero
, analiza por un momento y trata de identificar aquellos a quienes en medio de simpleza has podido identificar señales divinas que demuestran su grande propósito. ¿Has sido capaz de ver la grandeza en otros? Ahora, no me refiero luego de que se ha manifestado ante los ojos del mundo, sino cuando nadie la podía ver.
¿Cómo puedes pretender que otros vean la grandeza y el propósito de Dios en tu vida si no eres capaz de mirar a tu alrededor y reconocer la grandeza y el propósito de Dios en la vida de los que te rodean? Es posible que haya que mirar dos veces. No necesariamente de primera intención podrás observar las cosas escondidas de Dios.
Segundo, recuerda que tienes que aprender a mirar más allá de las apariencias. Las apariencias pueden ser engañosas. Algunos puede ser que estén vestidos para el éxito y en su interior las actitudes los lleven al fracaso. Otros son todo lo contrario, su apariencia no demuestra a simple ojo el poder de Dios en sus vidas.
Pídele a Dios que desde hoy te ayude a ver la grandeza que hay en otros para que así otros comiencen a ver a Dios y sus propósitos reflejados en tu vida.