Que hermoso poder decirle a Dios: “Me robaste el corazón”.
Todo cristiano debiera poder reconocerle eso a Dios de manera natural y libre, todos los días. Pero en la realidad esto está lejos de ser una verdad. Hay muchos cristianos que viven toda una vida diciendo que creen en Dios, oran, van a la iglesia, diezman, ofrendan, se juntan con cristianos, hacen lo que un cristiano debe hacer, pero en su vida personal, en sus momentos más íntimos no pueden decirle a Dios con toda libertad: Me robaste el corazón.
¿Y por qué sucede esto?... ¿será que Dios ama de manera diferente a sus hijos, no a todos los ama por igual, no a todos les bendice? La respuesta a esto es mucho más simple, y es que el impacto de Jesús en la vida de un cristiano depende de la manera en que esa persona sea capaz de recibir el amor de Dios en su vida, es allí en donde está la diferencia. Está en nuestras manos el poder vivir el amor de Dios todos los días!, Jesús espera todos los días que nosotros le hablemos y decidamos amarle! Si quieres poder adorar a Dios con toda tu vida, si quieres poder vibrar de amor, si quieres poder vivir en amor todos los días, si quieres que tu vida sea realmente bendecida y que el amor de Cristo te impacte y transforme, está en tus manos el decidir hoy si quieres amarlo y transformarlo en el Señor de tu vida...está en tu decisión personal el poder decirle algún día: Jesús, me has robado el corazón.
