jueves, 14 de mayo de 2009

Serenidad, Valor y Sabiduría!


Hoy, mientras estudiaba, leí algo que me gustó muchísimo:

ORACIÓN DE LA SERENIDAD

Dios, dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que pueda alterar, y la sabiduría para reconocer la diferencia.

Reinhold Niebuhr

¡Qué buenísimo!, me gusta la simpleza con que este autor hace esta oración, no sé si será cristiano o no, pero me parece asertiva su forma de pedir algo tan importante, tan valioso, que a menudo pareciera no tener gran valor para nosotros. La mayoría de las veces en nuestras oraciones pedimos por nosotros mismos, que Dios nos cuide, que proteja a los que amamos, que nos vaya bien, que tengamos un excelente día, buena salud, dinero, etc., y casi nunca pedimos por tener serenidad para aceptar, valor para cambiar, y sabiduría para conocer. Pero qué importante es que aprendamos a pedir estas cosas a Dios, qué importantes son estas cosas para nuestro propio bienestar y para el bien de las relaciones que construimos con los demás y nuestro entorno.

¿Cuántas veces hemos sentido rabia por no poder aceptar algo que no nos gusta?, ¿cuántas veces le hemos reclamado a nuestros amigos, a nuestros papás algo que nos irrita de ellos?, y miles de cosas más que hoy nos cuestan aceptar porque no nos gustan y quisiéramos cambiarlas; entonces ¿no sería lindo poder tener la serenidad, la paz para poder aceptar esas cosas que no podemos cambiar, que están fuera de nuestro control?, ¿dormiríamos más tranquilos sabiendo que hay cosas que simplemente NO vamos a cambiar porque no podemos, y que entonces sólo debemos aceptarlas como son?, claro que sí!, la vida mejoraría.

¿Vives con temor a dar ese paso que sabes que cambiaría tu vida?, ¿todos los días piensas en ese sueño que deseas cumplir?, ¿miras el mundo a tu alrededor y te gustaría hacer algo por él, pero te sientes poca cosa?, yo sí he sentido la necesidad de cambiar algo, y no lo he hecho por temor u otras cosas, entonces ¿qué nos pasa?, nos falta valentía!, pidámosle tener valor a Dios para cambiar eso que sabemos que podemos cambiar, no nos llenemos de miedo, que el miedo paraliza, desechémoslo de una vez y tengamos valor!.

¿Has sentido rabia por no entender a alguien que ve distinta la vida de cómo la ves tú?, ¿te has sentido menos valioso que otro, porque él hace lo que te gustaría hacer?, ¿te has sentido diferente y por lo tanto, con menos valor que otros?. Todos en algún momento nos hemos comparado con otros y hemos sentido rabia o pena o menos valorizados por esas diferencias, o hemos sentido rabia porque alguien no piensa como nosotros; ¿qué nos falta entonces?, pedirle sabiduría a Dios para comprender esas diferencias que existen entre otros y nosotros, y ser capaces de verlas como algo positivo: somos diferentes y únicos, con distintos potenciales, ni mejores ni peores.

Pidámosle a Dios que nos dé serenidad para aceptar, valor para cambiar y sabiduría para conocer, y veremos cómo nuestro diario vivir cambia de manera increíble.